La visión remota es una capacidad psíquica que permite a una persona «ver» a otras personas, lugares u objetos sin estar físicamente presentes. Aunque la mayoría de la gente asocia la visión remota con la clarividencia, también se puede manifestar como una sensación, una imagen mental o una visión en la que se ve el futuro.
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La visión remota es una capacidad psíquica que permite a una persona «ver» a otras personas, lugares u objetos sin estar físicamente presentes. Aunque la mayoría de la gente asocia la visión remota con la clarividencia, también se puede manifestar como una sensación, una imagen mental o una visión en la que se ve el futuro.
La capacidad de la visión remota varía de persona a persona. Algunas personas son naturalmente más talentosas para la visión remota que otras, la mayoría de la gente necesita practicar para desarrollar y mejorar sus habilidades.
Existen diferentes formas de realizar la visión remota. Algunas personas pueden hacerlo de forma natural, mientras que otras necesitan utilizar técnicas especiales de relajación y concentración.
Una vez que se logra la visión remota, puede ser difícil interpretar lo que se está viendo. Las imágenes pueden ser confusas o no tener sentido y es posible que solo se vean fragmentos de lo que está sucediendo.
La visión remota es una capacidad psíquica muy poderosa, y se debe utilizar con cuidado. Algunas personas pueden no estar preparadas para lo que pueden ver, por lo que es importante tener cuidado con quien se comparten las visiones.
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¿Cómo se realiza la visión remota?
La visión remota consiste en el uso de la energía psíquica para «ver» objetos o eventos que están fuera del alcance de los sentidos normales. A menudo se trata de una forma de percepción extrasensorial, ya que implica el uso de capacidades mentales que no están mediadas por los sentidos físicos.
La visión remota puede utilizarse de forma activa o pasiva. En la forma activa, el sujeto se concentra intencionalmente en la búsqueda de una imagen mental de un objeto o evento específico. En la forma pasiva, el sujeto se abre a la recepción de cualquier información psíquica disponible, sin tener un objetivo específico en mente.