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La hechicería involucra a los espíritus de muchas maneras. En primer lugar, uno de los principios de la hechicería es la interconexión de todas las cosas. Los seres humanos, los animales, las plantas, las rocas y el cosmos están interconectados.
Los seres humanos están hechos de la misma materia que las estrellas. Los espíritus son parte de esa interconexión. Todos los seres vivos, incluidos los espíritus, están conectados a la Tierra y a todos los demás seres vivos.
En segundo lugar, la hechicería reconoce que hay muchos tipos de espíritus. Hay espíritus de la naturaleza, como los espíritus de los árboles, de los ríos y de las montañas. Hay espíritus de los animales, como los espíritus de los lobos y de los gatos. Y hay espíritus de los seres humanos, como los espíritus de los antepasados.
Cada uno de estos espíritus tiene su propia forma de comunicarse y su propio modo de interactuar con los seres humanos.
En tercer lugar, la hechicería reconoce que los espíritus pueden ser buenos o malos. Hay espíritus que ayudan a las personas y hay espíritus que hacen daño. Hay espíritus que pueden ser amigos o enemigos. Los espíritus buenos suelen ser amigables y ayudar a las personas en sus vidas. Los espíritus malos suelen ser peligrosos y hacer daño.
En cuarto lugar, reconoce que los espíritus pueden ser manipulados. Los espíritus pueden ser invocados para ayudar a las personas o para hacer daño. Los espíritus pueden ser usados para curar enfermedades o para causar enfermedades. Los espíritus pueden ser usados para ayudar a las personas a tener éxito o para hacerlas fracasar.
La hechicería involucra a los espíritus de los antepasados, guías y maestros. También se pueden pedir favores a los espíritus de la naturaleza y los elementales.
