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El pecado es una palabra que proviene del latín y que significa “transgresión”. Se refiere a la acción de ir contra la voluntad de Dios.
E¿s algo que nos separa de Dios. Es un acto de rebelión contra Él. La Biblia dice que todos somos pecadores (Isaías 53:6; Romanos 3:23). Esto significa que ninguno de nosotros es perfecto y que todos hemos cometido pecados.
Pecar significa hacer lo que sabemos que está mal. Sabemos que está mal porque Dios nos lo ha dicho. Él nos ha dado su Palabra, la Biblia, para que nos guíe y nos muestre lo que es correcto y lo que no lo es.
El primer pecado fue cometido por Adán y Eva en el jardín del Edén. Desobedecieron a Dios y comieron del árbol del conocimiento del bien y del mal. Desde entonces, todos los seres humanos han nacido con una naturaleza pecaminosa.
El pecado nos afecta de muchas maneras. Nos aleja de Dios, nos daña a nosotros mismos y a los que nos rodean. Causa problemas en nuestras vidas y en el mundo en general.
Hay muchos tipos de pecado, pero todos ellos provienen de una misma raíz: el orgullo. El orgullo es nuestro deseo de hacer las cosas a nuestra manera en lugar de hacerlas a la manera de Dios.
El único modo de romper el poder del pecado en nuestras vidas es aceptar a Jesucristo como nuestro Salvador. Él murió en la cruz para perdonar nuestros pecados. Solo Él puede liberarnos del poder del pecado (Juan 3:16).
¿Por qué es importante entender el pecado?
Hace mucho tiempo, en una época muy diferente a la nuestra, la gente creía que el pecado era algo que podía ser medido y pesado. Se creía que el pecado era una especie de sustancia oscura que se podía acumular en el cuerpo y que, con el tiempo, podía llegar a causar enfermedades y problemas.
Por lo tanto, era muy importante para la gente liberarse del pecado, lo cual podía hacerse arrepintiéndose y haciendo penitencia. En la actualidad, sin embargo, la mayoría de la gente entiende el pecado de manera muy diferente.
El pecado ya no se considera una sustancia física, sino más bien un estado de ánimo o una actitud negativa hacia Dios. Aunque la gente todavía cree que el pecado es algo malo, ya no se considera una amenaza directa para la salud física. Sin embargo, sí se considera una amenaza para la salud espiritual, ya que puede alejar a la persona de Dios.
¿Que es Pecado?
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¿Qué es según los católicos?
Según la doctrina católica, el pecado es «cualquier ofensa contra la justicia» que se comete cuando una persona «actúa voluntariamente en contra de su propia naturaleza racional y espiritual».
El Catecismo de la Iglesia Católica explica que el pecado tiene tres componentes principales: «malicia, culpa y dolo». La malicia es la intención de hacer el mal; la culpa es el deseo de ignorar o de no hacer lo que se sabe que es correcto; y el dolo es el deseo de obtener un beneficio personal a expensas de otros.
¿Cuáles son las consecuencias del pecado?
Una de las consecuencias del pecado es la separación de Dios. El pecado también trae consigo vergüenza, culpa, dolor y problemas. El pecado nos aleja de Dios y de los demás. El pecado nos hace daño a nosotros mismos y a los que nos rodean.
¿Cómo podemos librarnos de el?
La única manera de librarse del pecado es aceptar a Jesucristo como nuestro Salvador. Debemos arrepentirnos de nuestros pecados, creer que Él murió por nuestros pecados y resucitó de entre los muertos, y luego invitarlo a venir a nuestras vidas para que Él sea nuestro Señor y Salvador. Jesucristo es el único que puede perdonar nuestros pecados.